20-N: Celebración para todos

Quedan cinco días o cuatro días y una velada, puesto que la noche del 19 al 20 los falangistas van andando al valle de los caídos durante toda la noche , para que buena parte de la iglesia y un buen puñado de españoles recuerden con nostalgia al dictador que durante más de 30 años desoló España y que murió hace ya casi 35 años.


Un año después de la entrada que escribimos, me sigo preguntando cómo puede haber gente que siga echando de menos a un DICTADOR! Yo entiendo que a los que ayudó económicamente o a los que favoreciera de una o otra forma, le sigan echando en falta; pero a los que simplemente dicen que “con Franco no había delincuencia” o “con Franco no venían de fuera a quitarnos el trabajo”, que sigan pensando igual...no lo entiendo de verdad!!

Evidentemente con el caudillo no había delincuencia...pobre de aquel que diera un paso distinto al resto!! Pero es que tampoco venían los inmigrantes a trabajar, pero ni los negros, ni los sudamericanos, ni los rumanos, ni nadie...no venía a trabajar porque simplemente, la autarquía impuesta por el caudillo desde el fin de la guerra hasta 1950 provocó que no hubiera trabajo para casi nadie. Autarquía que por cierto, provocó un retraso económico, tecnológico e industrial tal, que aun llevamos a rastras en nuestros tiempos (de ahí que vayamos aun por detrás de las potencias europeas).

Por aquel entonces la industria era una utopía salvo la contada con los dedos de una mano, como por ejemplo SEAT que fue fundada en 1950, y que marcó el inicio de la segunda etapa económica en la España de postguerra, con una vacilante liberación y apertura al exterior que genera un incipiente despegue económico, dado el enorme retraso provocado entre 1939 y 1950.

Los únicos que hacían negocio en época del dictador eran sus familiares, debido a una corrupción constante y generalizada entre los cercanos al caudillo, que este acallaba gracias a la inexistencia de la libertad de expresión. Otro ejemplo de las secuelas de la dictadura es que en las filas del PP, han aprendido esto muy bien y siguen a día de hoy, haciendo la vista gorda con los “amiguitos del alma”.

El mismo personaje que periódicos como el ABC ensalzaban en 1940 asegurando que “el que ganó la guerra con la espada, nos gana la paz con su certera visión de estadista y su esfuerzo permanente lleno de amor sin límites por la Patria querida”; mataba a ‘hermanos de patria’ por ser “peligrosos o potencialmente peligrosos para un proyecto totalitario de doctrina militarista, fascista y clerical”, por el simple echo de pensar distinto a él o por ser primo lejano de alguien que no pensaba como él.

Es el mismo personaje que provocó el retraso económico anteriormente mencionado, y el que llevó a su “querida patria” a un desfase cultural absoluto donde cientos de intelectuales y contrarios al régimen tuvieron que emigrar hacia Suramérica, Centroamérica y Europa para evitar ser arrestados o asesinados por el régimen franquista.

En resumen, el próximo sábado día 20 de Noviembre de 2010, un buen puñado de españoles, los mismos que no hubieran querido que nosotros fuéramos españoles por pensar distinto a ellos y que en cambio si se les permite vivir en democracia, irán al valle de los caídos a homenajear al personaje que nos dejó 20 años por detrás de Europa en desarrollo económico, industrial, cultural y social y asesinó a más de 60.000 personas después de la guerra (para comparar, después de la IIª G. Mundial, los aliados ejecutaron a cerca de mil soldados alemanes que habían asesinado previamente a cientos de miles de inocentes y soldados).

Son estos motivos realmente para homenajear? Realmente se puede recordar con cariño a un personaje que lo único que hizo decente, y habría que hablar con los ecologistas, fue construir un puñado de pantanos? Para que luego me digan que los efectos del “caudillo” no se notan ya y que hemos evolucionado...cuánto cafre anda aun suelto!!

Yo el 20-N, seguiré descorchando una botella de cava para celebrar que este nefasto personajillo desapareció para siempre de la vida de tantas y tantas familias que destrozó y mutiló. Celebraré que murió la persona que asesinó a parte de mi familia y de muchas otras y que aun seguimos buscando en cunetas y tapias de cementerio, por el simple hecho de no pensar como él.

La única pena que me queda siempre el 20-N es que no pudo ser juzgado y condenado a la pena que se merecía por crímenes de guerra, y deseando que no descanse en Paz, como no lo hacen cientos de familias por sus seres queridos que aun siguen desaparecidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario