Llevamos dos días dándole vueltas a la cartita llena de
faltas de ortografía que la señora Aguirre mandó a los profesores de la comunidad
de Madrid con motivo de las tensiones creadas por la presidenta a razón de los
recortes en educación.
Me sorprende que sólo hagamos hincapié en el hecho, por otro
lado cierto y desconcertante, de haber enviado a los profesores una carta cuya redacción no sería
aprobada por ningún profesor de escuela. A mi entender, no son las faltas de ortografía las que tendrían
que ser puestas de relieve, sino la falta de respeto que supone que la
presidenta envíe una misiva amenazante a los docentes de la comunidad
madrileña.
Por mucho que te pese aunque seas Esperanza Aguirre, no
puedes enviar a nadie una carta menospreciando su labor realizada durante años
y argumentando poco más o menos, que hasta ahora venían haciendo el vago
trabajando sólo 20 horas a la semana. Y no puedes hacerlo por dos razones.
La primera es que estás
menospreciando el trabajo tan específico y complejo que desarrollan los
docentes con nuestros hijos, con el agravante de que muchos padres dejan recaer
la total responsabilidad de la educación de sus hijos en los profesores, cuando
la educación la deberían aprenden en su casa. Al colegio se va para aprender a
sumar, restar, aprender los ríos de España o saber quién fue Francisco Franco
Bahamontes. Son sus padres los que les tienen que enseñar que a la profesora no
se le grita, a la abuela no se le insulta o a las niñas no se les pega, vamos...educación.
Y la segunda razón y no menos importante, es que diciendo esa
solemne estupidez, dejas en evidencia tu total desconocimiento de la labor de
los profesores en las aulas. De igual modo que un arquitecto no sólo trabaja
cuando está en la obra, un cirujano no sólo trabaja cuando está en quirófano o un
abogado sólo trabaja cuando está en juzgados, un profesor tiene mucho trabajo lejos de las aulas como la organización y preparación de las asignaturas (antes de empezar el curso), corregir exámenes, atender a padres y madres de alumnos, realizar claustros y un largo etcétera. Todo esto no deja de ser trabajo aunque no esté siempre entre pupitres.
Pero claro, la afirmación que viene mal redactada en la cartita
de marras Sra. Aguirre, me hace pensar que usted sólo trabaja cuando está en el congreso o la cámara
provincial y esto habría que verlo, porque creo que ni allí trabaja, sólo elucubra fechorías..."Cree el ladrón, que son todos de su condición".
Señora Aguirre, todos sabemos de su incontinencia verbal y
que es incontrolable, pero déjeme que le diga que esta vez usted ha trasgredido
la barrera que separa el diálogo de la amenaza y el abuso de poder y algún día
el recorte de más de 3.000 plazas de docentes interinos que usted ha llevado a cabo en la
comunidad autónoma de Madrid, aunque le de votos a su partido, se le volverá en
contra y si le digo la verdad, lo espero fervientemente.
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