Que paren el mundo, que yo me quiero bajar!


Egoísmo: “Excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse del de los demás”.

Esa es la definición que nos dan los diccionarios de egoísmo y creo que define perfectamente la situación que vivimos en este mundo globalizado que nos esclaviza. Yo definiría el egoísmo como la mayor enfermedad del siglo XXI y que está llevando a toda la humanidad a la autodestrucción. 

Los padres pagan colegios caros para que los profesores ocupen el lugar de ellos, demasiado preocupados por el trabajo y por llegar a tiempo a la partida de paddel. Sus hijos reciben la semilla del NINIsmo y su única preocupación es conseguir la última consola o un smartphone para poder whatsappearse con sus amigos. Y los abuelos, que son la última generación cuerda y ciertamente solidaria, acaban cargando con unos y soportando heroicamente el egoísmo histérico de los otros.

Qué paren el mundo! Al ritmo que vamos no duramos ni dos telediarios. Debemos de parar, tomar aire y ver que el mundo sólo puede cambiarse empezando por cambiar nosotros mismos. No podemos pretender cambiar el mundo con manifestaciones, si asistimos a ellas después de comprar el iPad 2.

Los plutócratas nos tienen enredados en partidos de fútbol, telecincos, tecnologías absurdas y problemas ficticios con el único fin de tenernos idiotizados y hasta ahora lo han conseguido.

Paremos, de verdad. Mientras que sigamos comprando botas Nike de 100€ sin pensar que a mil kilómetros de aquí muere la gente de hambre, ya pueden haber 100 millones de manifestaciones porque no servirá de nada!

Pensemos las consecuencias de nuestro egoísmo. Si jueces y políticos dejan salirse de rositas a los exdirectivos de novacaixagalicia, serán cómplices de otro escandaloso paso hacie el fin del estado de medioestar (el estado de bienestar ya no existe), pues no estarán defendiendo los principios básicos en los que se cimenta dicho estado

Dejemos la hipocresía de lado y hablemos claro. Si no estamos dispuestos a perder el trabajo por un futuro mejor para todos, si el paupérrimo sueldo que nuestro jefe nos paga nos hace decir “no hay nada que hacer”, si las noticias del hambre que nos indignan las leemos en nuestro smartphone...somos egoístas y no hay nada que hacer! No conseguiremos nada si no ponemos la solidaridad por delante de nuestro egocentrismo. Nadie hará nada por nosotros, a menos que nosotros lo hagamos por los demás...que nos entre en nuestros cocos.

El capitalismo ha generado una sociedad egoísta e incapaz de dejar su ficticia comodidad del sofá para luchar por un futuro mejor. Si no somos capaces de superar esa apatía capitalista, los poderosos habrán ganado y seremos ganado idiotizado a merced de Botín, Zapatero, Rajoy o Merkel.

El consumismo es la herramienta que los poderosos utilizan para hipnotizar a la sociedad. Cada vez que compramos un portátil o un teléfono móvil, nos aislamos de lo que nos rodea y nos volvemos más vulnerables a los designios de las grandes fortunas del mundo. Si el whatsapp sustituye el platicar entre cervezas, vamos mal. Si una pantalla de 42” nos hace olvidarnos de los problemas por los que atraviesa nuestr@ herman@, se ha perdido la esencia de lo que significa sociedad.

Si tenemos el egoísmo por bandera, Belén Esteban es el modelo a seguir y no somos capaces de luchar contra todo esto...Que paren el mundo, que yo me quiero bajar!

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