Cada vez que sale a relucir la ley de memoria histórica en cualquiera de sus vertientes, da igual el lugar, el momento o la situación porque siempre salen defensores del nefasto y negro pasado español gracias al cual, en parte, estamos a la cola de Europa porque partimos con 30 años de atraso económico, social y productivo, más allá de la terrible gestión de la crisis por parte del gobierno socialista.
Me fastidia que desde hace aproximadamente dos años, los defensores del fascista de metro sesenta y dos, se escuden ante cualquier noticia sobre la memoria histórica alegando que no corren tiempos para centrarse en cosas sin importancia y que el gobierno tendría que centrarse en el plano económico y de paso...dimitir.
Que sus seres queridos estén enterrados en cementerios religiosos y que descansen en paz me parece perfecto, pero que hablen de los muertos de miles de familiares adjetivándolos como cosas sin importancia me parece repugnante, vomitivo y de muy poca humanidad. La solución no puede demorarse más.
Cientos de familiares llevan llorando a sus padres y abuelos sin saber muy bien dónde hacerlo y a esta gentuza les parece que no corren tiempos para pararse a excavar en las cunetas porque no es prioritario. Gentuza, que tienen la desfachatez de aseverar que la ley de memoria histórica reabre viejas rencillas, cuando en realidad quieren decir que les da vergüenza recordar su antiguo trabajo como chivatos de sus vecinos demócratas para el caudillo.
Me produce dolor y rabias esas palabras y creo que esos adjetivos son los que realmente abren heridas que no fueron debidamente cicatrizadas en la falsa transición que nos hicieron tragar con la amnistía del 77 y que debía de haber llevado ante un tribunal a los antiguos miembros del régimen autoritario de Franco, como podría ser por ejemplo Manuel Fraga fundador de Alianza Popular y a la sazón actual Partido popular.
Y me parece aun más vil, repugnante y asqueroso que en muchos pueblos y ciudades de la geografía española como en mi ciudad natal Valencia, el fascista Francisco Franco (curiosamente con el mismo nombre del actual fascista valenciano de la Generalitat) siga siendo a día de hoy alcaldehonorífico.
Qué persona con dos dedos de frente, puede decir que el gobierno está perdiendo el tiempo con leyes como la de la memoria histórica de 2007 cuando aun se pueden ver y oír cosas como estas? Qué pensarían estos mismos si en Berlín hubiera una plaza llamada Hitler o que éste fuera alcalde honorífico? Seguramente pondrían el grito en el cielo basándose en su habitual doble vara de medir, pero es que es exactamente lo mismo. No dejan de ser dos fascistas, con distinto destino eso si. En Alemania está prohibido y tipificado en el código penal el mero hecho de hacer el saludo romano y en España aun hay ayuntamientos que tienen a Franco en su cuadro de honor. Y vuelvo a preguntar, no es esto reabrir viejas heridas?
Estos hechos y muchos otros, demuestran el trabajo mal hecho de la transición y el retraso que provocó la dictadura autoritaria y fascista de Francisco Franco, que ha provocado que vayamos 30 años por detrás de países como Alemania u Holanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario