Carlos Carnicero y el nazismo socialista

Hoy siento una profunda tristeza, rabia y enfado por la noticia que he leído esta misma mañana de manos del interesado en twitter. Carlos Carnicero fue despedido ayer de la cadena Ser. Al parecer decir la verdad, lo que piensas y no ser esclavo de la línea editorial de una radio o televisión ya no se estila en este mundo privatizado e infestado por el capital.

El grupo PRISA es lo más cercano que existe en España al grupo del señor Murdoch. Pretender que un grupo tan gigantesco lleve un pensamiento único y que todos sus profesionales se ciñan a ello es meramente imposible, siempre que no quieras estar abocado al fracaso. Y para mi, fracaso no es dejar de vender periódicos sino realizar mal mi trabajo. Siendo periodista, desde el momento que me dicen lo que tengo que decir dejo de serlo para convertirme en una marioneta del sistema financiero omnipresente, el dios del S.XXI.

Hace un tiempo estuve escribiendo sobre un hora 25 a propósito de Merkel y la presión que ejerce sobre las deudas de Gracia, Portugal, Italia o España. Ya entonces advertí que sólo era Carlos el que no se mordía la lengua en aquella tertulia nocturna y decía lo que pensaba. Me hizo extraño que le permitieran seguir diciendo lo que pensaba, conociendo las actuales andanzas de los hijos del fundador de PRISA, pero nunca imaginé que podrían prescindir de un profesional de la categoría de Carlos Carnicero, con el cual, alguno de nosotros hemos crecido con él en el salón de casa gracias a mis padres y su transistor.

Parece ser que su sinceridad le llevó a decir lo que pensaba sobre Rubalcaba y su candidatura y esto a su vez, se ha convertido en un cese fulminante. Que pena me da ver en lo que se ha convertido el partido fundado por Pablo Iglesias y del que yo era afiliado hasta hace escasas horas. El giro conservador de la política económica, social y laboral del gobierno me hizo cambiar mi voto y dudar de mi permanencia en el partido, pero esto ha colmado mi paciencia y me he marchado del partido de mis padres, abuelos y bisabuelos. Pero el problema no es que yo no pague la cuota de afiliación sino que sin duda, es una pérdida irreparable para la cadena SER que a buen seguro pierde credibilidad, veracidad y pluralidad con su marcha.

Sólo conozco a Carlos de escucharlo por la radio y de que me acompañe por las noches mientras duermo. No le debo nada salvo mi escueto conocimiento de la asquerosa situación en la que se encuentra España, pero me ha parecido una acción digna de intereconomía, de las redes del PP o de una dictadura chapucera y me ha surgido la necesidad de vomitar mi rabia sobre el teclado.

Cada día me levanto con nuevas nefastas noticias y estoy más convencido que la democracia es imposible que vuelva a estar vigente pues somos esclavos del capital y los beneficios privados. Sólo nosotros podremos sacarnos de este atolladero. Políticos, empresarios, banqueros y medios de comunicación estan unidos en un objetivo común que es llenarse los bolsillos y les interesamos bien aborregaditos.

Mucho ánimo Carlos!! Muchos seguimos creyendo en ti.

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